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¡Hola, mentes curiosas!
Bienvenidos y bienvenidas a Curiosidades En Familia, un espacio lleno de preguntas, historias y descubrimientos.
¿Sabías que este podcast es un proyecto de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía? Todo forma parte de En Familia, donde aprendemos juntos de manera divertida y cercana. Así que... ¡abramos bien los oídos y preparemos nuestra mente!
Hoy exploraremos un tema muy especial. ¡Vamos allá!
Hoy os traigo una pregunta navideña que seguro os encantará: ¿Qué es el calendario de adviento y cómo empezó esta tradición?
Vamos a empezar con un un viaje al pasado...
La palabra adviento viene del latín adventus, que significa "llegada". En este caso, se refiere a la llegada de la Navidad. Hace siglos, en Alemania, las familias cristianas comenzaron a contar los días hasta el 25 de diciembre como una forma de prepararse espiritualmente para la celebración.
Pero ¿cómo lo hacían si no tenían calendarios como los que conocemos hoy? Al principio, marcaban cada día de adviento con una tiza en la puerta o encendían una vela cada día. También había familias que colgaban imágenes religiosas o dejaban pequeños versículos de la Biblia como recordatorio.
¿Sabéis qué pasó después? Hace más de 100 años, una madre alemana tuvo una idea genial. Quería que su hijo pequeño, llamado Gerhard Lang, disfrutara mucho mientras esperaba la Navidad, así que decidió confeccionarle un cartón con ventanitas para que cada mañana tuviese una pequeña sorpresita. Algunos también dicen que le daba a Gerhard una galleta cada mañana desde el 1 de diciembre hasta el 24.
Cuando Gerhard creció, recordó aquella tradición tan especial y pensó: "¿Y si otras familias también pudieran disfrutar de algo parecido?" Y así, en 1903 (o sea, hace más de 100 años), empezó a fabricar los primeros calendarios de adviento. Eran cartones grandes con ventanitas que podías abrir cada día para encontrar dibujos o pequeños mensajes (nada de chuches y chocolatinas). Así que, aunque este invento se le asigna a Gerhard (ghehart) Lang….en realidad fue su madre quién lo inventó por primera vez.
Con el tiempo, alguien tuvo otra idea brillante: ¿y si dentro de las ventanitas hubiera chocolatinas o pequeños regalos? Así fue como nacieron los calendarios de adviento que hoy conocemos. Ahora los hay con juguetes, pegatinas... ¡y hasta con cosas para las mascotas!
Pero lo más bonito del calendario de adviento no son solo las sorpresas. Es una manera de compartir momentos especiales en familia, de imaginar juntos y de preparar poco a poco la Navidad. ¿Sabéis qué? Muchas familias incluso hacen su propio calendario, escribiendo mensajes o actividades para disfrutar cada día. Y también hay familias que no realizan el calendario cada día (porque entre semana a veces andamos muy ajetreados), sino el fin de semana, o solo algún día a la semana.
La próxima vez que abras una ventanita de tu calendario de adviento, piensa en cómo empezó todo: con una madre que quería hacer feliz a su hijo. Porque al final, eso es lo que importa en la Navidad: los pequeños gestos que nos llenan de alegría.
¡Gracias por acompañarnos en este viaje por la historia del calendario de adviento! Espero que os haya encantado. ¡Hasta la próxima, mentes curiosas!
xoxo,
Diana
P.D. Contáctame a través de:
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Asociación Aragonesa de Psicopedagogía:
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